Hace unos días, hablamos con Paula Aguirre -Coordinadora de proyectos de Identidad Digital Autosoberana e Inclusión Financiera de ACDI y especialista en la gestión de proyectos sociales y/o urbanos- sobre su aporte a la preservación de la zona del Gran Chaco Americano.

¿Qué hacen en la Asociación Cultural de Desarrollo Integral y cuál es su propósito central?

ACDI es una asociación civil conformada por personas que comparten una cultura y forma de relacionarse que trabajan comprometidas para el libre desarrollo y crecimiento de las personas en todas sus dimensiones: materiales, afectivas y espirituales. El equipo de ACDI diseña y ejecuta proyectos de cooperación que promuevan el desarrollo sostenible social y económico en los ambientes rurales y urbanos más vulnerables, en tres áreas de acción: ambiente, trabajo y educación. 

Tenemos presencia en Argentina, Bolivia y Paraguay acompañando a más de 14.000 personas y más de 6000 emprendimientos, gracias al aporte y trabajo de 58 colaboradores, 70 voluntarios y 25 asociaciones aliadas. 

- Recientemente lanzaron un nuevo proyecto tecnológico, contanos un poco de qué se trata.

 Junto a la Fundación PRONORTE y el proyecto DIDI impulsado por la ONG BITCOIN ARGENTINA hemos implementado una prueba piloto del proyecto "identidad digital autosoberana para calificación de riesgo climático" con apicultores pertenecientes a la COOPERATIVA COOPSOL, cuya sede radica en la provincia de Santiago del Estero. 

El mencionado proyecto toma como base la tecnología blockchain y el desarrollo en ella de la identidad digital autosoberana, también conocida como SSI por sus siglas en inglés (Self sovereign Identity), la cual refiere al conjunto de informaciones que se encuentran en Internet sobre la persona y sus acciones en la red. En este tipo de identidad la persona es la propietaria de sus datos personales, teniendo el control sobre cómo se comparten y utilizan los mismos. Entendemos que la soberanía sobre nuestra identidad digital implica tener el control y decidir quién puede acceder y ver nuestra información, es decir que esté protegida y no se pueda divulgar sin nuestro consentimiento. 

Todos aquellos datos que en el mundo físico se presentan en forma de tarjetas o certificados, se los conoce en este modelo como credenciales verificables. En este modelo, se propone construir una identidad digital que certifique y valide datos socioeconómicos, financieros, ambientales y productivos que en el mundo físico se presentan en forma de tarjetas o certificados, o bien se carece de ellos considerando la informalidad del sector productivo con el que se trabaja. 

A través de una app denominada "ai-di" los productores tienen acceso a las credenciales emitidas por la cooperativa COOPSOL y pueden presentarlas ante entidades financieras de microcréditos o aseguradoras para acceder a servicios y bienes. Esta nueva forma de inclusión social y financiera elimina la necesidad que la entidad receptora de la credencial tenga que acudir al emisor para comprobar su veracidad, ya que podrá comprobar su validez directamente contra un registro público y descentralizado como son las redes blockchain.

- ¿Promueven la resiliencia climática de los productores apícolas?

Las credenciales verificables que utilizan los productores dan cuenta de sus avances en la aplicación de prácticas productivas y todas aquellas tendientes a mejorar su resiliencia climática y a su vez, les permite brindar información de su riesgo climático a instituciones financieras y comercios, con la finalidad de mejorar su acceso al crédito, seguros y bienes en general.

La elección de la información a ser suministrada por las credenciales se pensó en función de los registros de la cooperativa y a su vez, se tuvo en cuenta como marco teórico el "Estándar Global de la UICN para soluciones basadas en la naturaleza", el cual es utilizado para evaluar la ejecución de proyectos que no solo protegen el medio ambiente sino que también resguarden el interés de la comunidad donde se asienta y asegure una viabilidad económica para su autosustentabilidad y progresiva independencia de financiamiento externo. Es decir, los componentes de un proyecto no pueden ser aislados o analizados en forma separada, sino desde una mirada integral, abarcando aspectos ambientales, sociales y económicos.

En función de ello, se trabajó en credenciales con información identitaria, socioeconómica, financiera, productiva y ecosistémica o adaptación climática de los productores seleccionados para la prueba piloto. 

- ¿Qué soluciones propone y cómo impacta en las comunidades locales?

 El uso de este sistema permite generar un scoring reputacional a los productores en función de la información suministrada por las credenciales que da cuenta de sus avances en la adaptación climática y demás prácticas productivas de preservación del monte nativo. 

El proyecto también permite generar a los productores un historial de pagos o crediticio que hoy en día carecen debido a su economía informal. Esto genera mayor confiabilidad a las instituciones financieras, compañías aseguradoras y comercios a la hora de ofrecer servicios y bienes.

Las comunidades de estos productores se encuentran coordinadas por la cooperativa COOPSOL, con experiencia de más de 30 años en el rubro apícola, destacándose por la producción, comercialización y exportación de miel orgánica (@mielwayra). El nombre comercial “wayra” (o “viento” en idioma quechua), conlleva su simbolismo por las abejas y el lugar donde habitan los pueblos originarios de esta región, caracterizados por una determinada forma de ser, pensar y vivir.

- ¿En qué etapa de implementación se encuentran?

 En el mes de agosto hemos realizado la ejecución territorial de la prueba piloto, con 26 productores de COOPSOL, principalmente apicultores. Actualmente, se realiza seguimiento en cuanto al uso de esta tecnología por parte de la cooperativa en visitas periódicas a las localidades donde habitan los productores asistentes al taller piloto. 

- Para realizar este proyecto, ¿con qué organizaciones realizaron alianzas estratégicas?

 Este proyecto fue realizado gracias al financiamiento del BID al proyecto DIDI y el aporte de éste a la Fundación Pronorte y ACDI para la ejecución en forma conjunta de la iniciativa. 

- ¿En qué otras iniciativas están trabajando actualmente en ACDI?

 Actualmente estamos trabajando en un portfolio de soluciones de triple impacto basadas en tecnología blockchain, pensadas para implementar principalmente en la región del Gran Chaco, área de influencia de ACDI.

Dentro de estas nuevas iniciativas se puede destacar "Kokue", una app que nace para facilitar el acceso de familias rurales del Gran Chaco Americano a una alimentación adecuada, mitigando los efectos del cambio climático mediante el uso de prácticas agroecológicas y enfatizando a las mujeres como agentes de cambio.

A través de la app se puede visualizar el clima, recetas, recomendaciones, listado de plantas para generar una huerta, listado de posibles plagas y preparados agroecológicos para proteger y abonar los cultivos, así como un espacio de foro y feria.